Con un espectáculo memorable cargado de adrenalina y de mucha pasión.

El tren nocturno de Slash llego a Caracas.

A casi 2 décadas después de su primera presentación legendaria en el país junto con Guns n’ Roses, Slash uno de los más grandes y carismáticos guitarristas en la historia del Rock & Roll aterrizó en Venezuela por segunda vez en soporte de su primer álbum solista con su propia banda. Preparado para reconectarse con  sus viejos fans, y una nueva generación de fanáticos, Slash el ícono de la guitarra del sombrero de copa, hizo el sueño realidad de muchos de verlo en carne y hueso en el Anfiteatro del Sambil el pasado jueves 31 de Marzo.

A las 9 de la noche luego de algunos preparativos el escenario estaba listo para recibir a Slash. A medida que se iban apagando las luces, los gritos y la histeria de los presentes comenzó a elevarse. Todo parecía tan subrreal, allí estaba yo de nuevo, reviviendo las mismas sensaciones que había sentido un año atrás cuando vi a Axl Rose. Ahora estaba esperando por ver a Slash y el sueño de toda mi vida estaba a punto de completarse. Mi corazón latía muy fuerte, mis manos estaban frías, y antes de darnos cuenta el sombrero de copa de el señor Saúl Hudson se podía ver entre la oscuridad.

Good evening Caracas…. are you ready to Rock and fucking Roll??!!! Esas fueron las palabras que desataron la euforia entre el público, y de repente se escucharon los primeros acordes de la guitarra de Slash con el tema Ghost… En un abrir y cerrar de ojos en frente de nosotros estaba Slash, con su sombrero de copa negro como lo habíamos visto por años en videos y en fotografías.

Luciendo tan bien como hace 20 años, Slash salió al escenario con un pantalón de cuero negro, una sexy camisa negra transparente, muchas pulseras y anillos. Al mismo tiempo la banda se monto en la tarima, Myles Kennedy en la voz principal, Bobby Schneck en la guitarra rítmica, Brent Fitz batería y Todd Kerns en el bajo. Ghost arranco el concierto con mucha energía, el sonido estaba perfecto, la gente se volvió loca y la adrenalina comenzó a fluir a millón por todo el lugar.

Siguieron con Mean Bone, Sucker Train Blues y  Been There Lately de los trabajos de Slash con Velvet Revolver y Snakepit. “Hola Caracas” fueron las primeras palabras del carismático Myles Kennedy hacia el público, que se robo el corazón de todos los presentes desde el momento en que piso el escenario. Myles tiene una gran voz, y realmente sabe conectarse con la audiencia.

Ahora finalmente había llegado el momento de uno de mis temas favoritos, ¡Nightrain! La guitarra de Slash sirvió de introducción para uno de los más grandes clásicos de GNR, definitivamente uno de los mejores momentos del show. Slash estaba bastante entusiasmado corriendo y saltando por todo el escenario, se nota como disfruta tocando Nightrain, tiene su esencia por todos lados.

La locura continuaría y la siguiente canción, sirvió para elevar aun más la temperatura del anfiteatro… Rocket Queen sería la encargada de producir escalofríos por todo mi cuerpo. Si en el concierto de Guns n’ Roses el año pasado no la pude disfrutar porque estaba en shock, esta vez me deje llevar por la música y disfrute cada minuto de ella. Myles sonó impecable, cabe destacar que en la última estrofa de la canción su voz se pareció muchísimo a la de Axl Rose. El maravilloso solo extendido de Slash y sus sexy movimientos de caderas, alborotaron la imaginación de todas las Rocket Queens presentes.

Llego el turno de Civil War, uno de los momentos más emotivos de toda la noche. Muchos de los presentes derramos unas cuantas lágrimas, sobre todo por los momentos que estamos viviendo en el país y el significado de la letra. Fue imposible no recordar aquellas imágenes del concierto de GNR en el país que mostraron los medios una y otra vez por televisión en 1992, con fragmentos de Civil War, y a un Axl Rose corriendo de arriba abajo por el escenario con sus shorts camuflados.

Una extraordinaria “Back From Cali” demostró la habilidad vocal de Myles Kennedy, el hombre de verdad de lució en esta canción, al igual que en “Starlight”. Seguirían “Nothing To Say” donde Myles toco la guitarra, y Dr. Albi con el bajista Todd Kerns a cargo de la voz principal con Slash haciendo los coros.

El tema instrumental “Watch This” sonó a continuación, en ese momento Slash tomaria el micrófono para decir unas palabras, Hola Venezuela, are you having a good time? La euforia y los gritos de la gente fueron la mejor respuesta que Slash pudo haber recibido. La descarga de esta canción fue monstruosa, la banda se sintió en full sincronía y el poderoso solo de Slash se robo el show. Rise Today del disco de Myles con Alter Bridge sonaría luego, seguida de un clásico de Guns “My Michelle” un poco más lenta que la versión original pero que de igual manera puso a todos los presentes a brincar y a cantar como locos.

Ahora vendría la calma y la hora de silbar… Patience fue la balada de la noche, fue realmente hermoso, como diría Myles al terminar la canción. Luego vendría uno de los solos más esperados de toda la noche, “The Godfather Theme”. Si, el solo del Padrino trajo la nostalgia de vuelta a todos. Cuantas veces no vi ese solo en el famoso DVD de GNR en Tokyo 1992. Oh por Dios, cerré los ojos y me sentí allí, aunque esta vez tenia al hombre ejecutando su guitarra en frente de mi sintiendo como cada acorde retumbaba en mi pecho.   

Todos estábamos asombrados, Slash nos demostró porque es un Dios de la guitarra. Sus dedos acarician las cuerdas de su guitarra delicadamente, con tanta pasión y emoción que su sonido estremeció el cuerpo de todos los presentes.

Así que mientras estabamos en pleno shock emocional por lo que acabamos de presenciar, la canción más esperada de la noche llego sin anestesia alguna y los primeros acordes de Sweet Child O’ Mine comenzaron. No hubo nadie que se quedara sin cantar y tararear la canción más famosa de GNR, el solo de Slash sonó impecable, tal cual en el álbum de Appetite For Destruction.

Nadie puede tocar ese solo con tanta alma y corazón como Slash, tiene su esencia y su sonido es inigualable. Su guitarra rugió a través de sus amplificadores Marshall, fue algo muy asombroso de escuchar y de ver en vivo.

Ahora después de esa descarga estábamos más sedientos de Rock y Slither del primer álbum de Velvet Revolver no decepcionó y mantuvo el mismo nivel de adrenalina al tope. Myles tomo el momento de agradecer a todos los presentes y a la agrupación telonera mientras que Slash presento a los miembros de la banda, haciendo pequeñas bromas. De verdad que la química entre Myles y Slash es grandiosa, como debe ser toda relación frontman/lead guitar.

Luego de casi 2 horas de una buena dosis de Hard Rock estábamos listos para el Encore, que comenzó con “By The Sword” con un Slash sin camiseta mostrando sus abdominales y sus tatuajes entre otras cosas… El ambiente en general se sentía divino, la buena vibra era contagiosa todos estábamos en completo éxtasis. Slash tocaba con una energía explosiva, subiendo la temperatura cada vez más del Anfiteatro. Se veía en su elemento, tocando con tanta seguridad y moviéndose por todo el escenario, brincando y haciendo lo mejor que sabe hacer, deleitarnos a todos con su magnífica presencia y el delicioso sonido de su guitarra.

La fiesta continuaría con “Mr Brownstone” otro clásico que Guns que el publico adoro. Cabe destacar que Myles hace un gran trabajo vocal con los temas de GNR, es un cantante muy versátil que adapta su voz a las canciones.

El show estaba a punto de finalizar pero aun teníamos una canción más, era el momento de ir a la cuidad paraíso por unos minutos, y todos estábamos listos de dar toda la energía que nos quedaba para hacer de esta una velada inolvidable tanto para Slash su banda y como para todos nosotros.

Paradise City hizo que todos se pusieran de pie y brincara y cantaran lo más duro posible, uno podía sentir la alegría en el ambiente, yo me sentí como una niña de 12 años de nuevo cantando y lanzándole besos a Slash. Como para cerrar con broche de oro esta noche espectacular, el hombre decidió arrodillarse justo en frente de mí para hacer el solo final de Paradise. Tuve la bendición de poder tomarle unas fotos fantásticas, me sentí en el cielo, la adrenalina se había apoderado de mi completamente fue una sensación única.

Qué manera tan perfecta de terminar este concierto. El feedback de energía entre el público y la banda durante las 2 horas fue maravilloso e intenso.

Antes de irse, Myles y Slash nos agradecieron por haber sido un público grandioso y por haberles demostrado tanto amor y apoyo, y prometieron volver pronto (ojala lo cumplan). Como todo momento clásico en todo concierto la banda se reunió en el centro del escenario para hacer la famosa reverencia al público mientras nuestra bandera con el tricolor patrio cubría la batería. Un momento épico, y un sueño hecho realidad para muchos.

Slash toca su guitarra sin prisa alguna, y sin lucir pretencioso, su virtuosismo habla por sí solo. El hombre posee un sex appeal y un encanto que atrae e hipnotiza a todos por igual. El es de verdad como diría mi papá en su español alemanizado “Algo único”.  Así como Axl Rose, Slash posee un aura hermosa que lo rodea, y una gran personalidad que atrae a las personas, ahora ya sé porque esos 2 hicieron historia juntos.

Mientras salíamos del Anfiteatro todos reflexionábamos en lo que acabamos de presenciar con una gran sonrisa de felicidad en nuestros rostros. El sueño se hizo realidad, vimos a Slash una “leyenda viva”, que muchos de nosotros crecimos admirando y con sus afiches en las paredes de nuestras habitaciones. Debo admitir que el ver a tu ídolo cobrando vida de uno de tus posters de adolescente, es una de las sensaciones más grandiosas y gratificantes en esta vida. El momento en que el sueño se convierte en realidad, y cuando te das cuenta que cada minuto que invertiste soñando valió completamente la pena.

Nathalie Haaf Paz.