La película es un thriller psicológico que narra la historia de una bailarina de ballet, (Nina) interpretada por la bella Natalie Portman, en una actuación merecedora de un Oscar, por la cual ya se ha llevado varios premios a casa incluyendo un Golden Globe, entre otros.
Nina es una bailarina perfeccionista, muy introvertida y sexualmente reprimida, cuya obsesión por ganarse el papel de la reina Cisne la comienza a afectar psíquica y emocionalmente al nivel de perder el control de sí misma, ya diferenciar la realidad con la fantasía.
A pesar de todos sus problemas Nina logra desempeñar el papel de la reina Cisne e interpretar ambos roles el Cisne Blanco, que es inocente, puro y frágil, y al Cisne Negro quien es todo lo opuesto, oscuro, sensual y seguro de si mismo. En medio de la trama aparece Mila Kunis interpretando a Lily, su mejor papel en la pantalla grande hasta la fecha, una bailarina extrovertida, sexual y dispuesta a quitarle el papel del Cisne Negro a Nina, de quien Nina se siente amenazada y curiosa acerca de ella desde el primer momento en que la ve.
La película es una caja de Pandoras, cada escena te sorprende y a medida que avanza te preguntas que más puede pasar. Así como en los trabajos anteriores de Aronofsky, Black Swan lleva al espectador dentro de un recorrido emocional junto a los personajes de principio a fin. Cabe resaltar el magnífico trabajo de Mikey Rourke en The Wrestler, y el de Jared Leto junto a Jennifer Conelly en Requiem For A Dream cuyo sufrimiento en la trama me dejo exhausta.
En Black Swan sucede lo mismo, la intensidad emocional de Nina llega a ser brillantemente perturbadora al igual que la oscuridad de las escenas donde se manejaron elementos del género de terror. Hay que destacar también la pequeña participación de Winona Ryder en un papel muy diferente al que estamos acostumbrados a verla, una bailarina psicológicamente perturbada a punto de retirarse de quien me hubiera gustado ver más.
La película ha generado mucha polémica por las escenas de sexo entre Natalie y Mila, las cuales tienen un química increíble, y en mi opinión personal están muy bien realizadas y justificadas y que entran en un nivel artístico. Nina es una mujer sexualmente reprimida quien poco a poco empieza a sentir deseos de vivir, y ese empuje se lo da Lily, cuya sexualidad ambigua intriga a Nina y la lleva a experimentar y a soltarse un poco.
Black Swan es una obra brillante e impecable, un thriller de suspenso lleno de teatralidad y belleza, extraordinaria música, y poderosas interpretaciones. La naturalidad y la gracia de Natalie se roban la película, cuyo papel le dará su primer y bien merecido Oscar en la próxima entrega de los premios de la Academia a finales de este mes de Febrero.
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